César Pelli es sin dudas uno de los más altos exponentes de la arquitectura mundial. Es acreedor de un talento y un arte distintivo y consigue contagiar su pasión hasta a los más neófitos en el tema.
Este tucumano, que en 1952 se trasladó a EEUU donde luego obtuvo la nacionalidad, cuenta con 80 incansables años que poco le impiden a la hora de crear y diseñar las maravillas edilicias que adornan el planeta.
Su paradigma es hacer ciudad, su búsqueda pasa por entender el entorno social-económico-cultural-climatológico en donde estará emplazada la obra y a partir de allí comenzar con el proceso creativo.
“No puedo pensar en nada que me dé tantas satisfacciones como ser arquitecto. El placer que me da diseñar algo y verlo construido es incomparable” reflexiona Pelli. Está claro que su amor de toda la vida lo acompaña en sus sueños, esos que se plasman primero en un papel y que luego embellecen una ciudad.